Desafíos de las reformas del sector público
Argentina experimentó graves dificultades económicas y financieras en la década de 1980. La hiperinflación de 1989-90 provocó finalmente el consenso político necesario para la reforma. A pesar de los aspectos preocupantes, las reformas estructurales aplicadas en la década de 1990 han situado a Argentina en la senda del crecimiento sostenido.
A la economía argentina le fue mal durante la década de 1980, cuando la primera crisis de la deuda estaba en pleno apogeo. El crecimiento de la producción real se estancó, los mercados financieros se hundieron, los precios subieron mientras la moneda se depreciaba constantemente y los capitales huyeron del país en busca de refugios más seguros. La mayoría de las empresas públicas registraban grandes déficits y la deuda externa seguía aumentando. El gobierno central, obstaculizado por la baja recaudación de impuestos y desesperado por obtener ingresos, recurrió al banco central para financiarse mediante la imposición de depósitos y la creación de dinero. La inflación, que había aumentado gradualmente durante las tres décadas anteriores, se disparó, alcanzando tasas medias anuales del 2.600% en 1989 y 1990. Ante esta situación, el sistema bancario prácticamente desapareció. Aunque intentó varias veces controlar la inflación, el gobierno central no pudo equilibrar su presupuesto ni dejar de depender de la financiación inflacionaria. La hiperinflación de 1989 y 1990 proporcionó finalmente el impulso para la reforma, que comenzó con el Plan de Convertibilidad de 1991.
Reformas del sector público
Para hacer frente plenamente a los legados de las violaciones masivas de los derechos humanos, se requiere una estrategia polifacética que incluya intervenciones a nivel institucional, legislativo, de la sociedad civil, comunitario e individual. La reforma de las instituciones estatales para mejorar su legitimidad e integridad es fundamental para dicha estrategia. Es fundamental para lograr la reparación, la responsabilidad y la prevención.
La reforma institucional es el proceso de revisión y reestructuración de las instituciones estatales para que respeten los derechos humanos, preserven el Estado de Derecho y rindan cuentas a sus ciudadanos. Al incorporar un enfoque de justicia transicional, los esfuerzos de reforma pueden proporcionar tanto la rendición de cuentas como la reparación de los abusos; y lo que es más importante, puede desactivar las estructuras e ideologías que permitieron que se produjeran los abusos. Este tipo de reforma suele recomendarse y ponerse en marcha gracias a las iniciativas de búsqueda de la verdad que revelan las dimensiones institucionales de los errores del pasado.
Como proceso de justicia transicional, la reforma institucional pretende afirmar a las víctimas como ciudadanos y titulares de derechos y crear confianza entre todos los ciudadanos y sus instituciones públicas. Cuando dicha reforma está bien informada y se aplica de forma inclusiva y transparente, también resulta ser de naturaleza reparadora. Las medidas que ayudan a avanzar en la reforma institucional pueden incluir campañas de información pública sobre los derechos de los ciudadanos y la libertad de información y consultas significativas con las víctimas y los representantes de la sociedad civil sobre las iniciativas legislativas.
Reformas del sector público pdf
El sistema de justicia penal de Estados Unidos está roto. Tenemos menos del 5% de la población mundial, pero casi el 25% de sus presos. El encarcelamiento masivo tiene consecuencias aplastantes: raciales, sociales y económicas. Refuerza los patrones sistémicos de desigualdad racial en toda nuestra sociedad, con un trato enormemente desigual en cada paso. Y no es necesario para mantener la seguridad de nuestras comunidades.
Evidentemente, la reforma de la justicia penal debe ser una respuesta fundamental a la demanda de justicia racial que se ha hecho oír tras los asesinatos de George Floyd y Breonna Taylor. Si queremos dejar claro como sociedad que las vidas de los negros importan, debe haber una nueva relación entre la policía y las comunidades a las que se les encarga servir y proteger. Pero la reforma debe ir mucho más allá de la actuación policial para abordar el amplio alcance y la extralimitación del sistema de justicia penal, su enfoque duramente punitivo y la necesidad de invertir en las comunidades. Debemos reimaginar el sistema de justicia. Debemos comprometernos por fin y plenamente con la visión de que la seguridad y la igualdad van juntas.
Reformas estructurales en la economía
S. Webb (jefe de equipo), M. Casanegra (administración fiscal), A. Evans (reforma de la administración pública), O.-H. Fjeldstad & J. Isaksen (lucha contra la corrupción), I. Funke (jefe de equipo), R. Webb (historia), C. Wescott (gestión de las finanzas públicas) (2008)
El principal objetivo de esta evaluación del Grupo de Evaluación Independiente (IEG) es ayudar al Banco Mundial a aprender cómo contribuir más eficazmente a la reforma del sector público (PSR) en sus países miembros. El público al que se dirige también incluye a los funcionarios gubernamentales y otras partes interesadas que desean ver qué lecciones están disponibles para mejorar el diseño de proyectos y programas. El Banco Mundial ha dedicado una parte cada vez mayor de sus préstamos y asesoramiento a la reforma de los gobiernos centrales, por lo que es importante entender qué está funcionando, qué necesita mejorar y qué falta. La evaluación examina los préstamos y otros tipos de apoyo del Banco en el período 1999-2006 para la reforma del sector público en cuatro áreas: gestión de las finanzas públicas, administración y función pública, administración de los ingresos y lucha contra la corrupción y la transparencia. El sector público es el que más gasta y emplea en prácticamente todos los países en desarrollo y establece el entorno político para el resto de la economía. Aproximadamente una sexta parte de los proyectos del Banco Mundial de los últimos años han apoyado la reforma del sector público. La mejora de la eficiencia de las contrapartes gubernamentales es también esencial para la eficacia del apoyo del Banco al desarrollo.Algunas conclusiones: Aunque la mayoría de los países que recibieron préstamos para apoyar la reforma del sector público experimentaron una mejora de los resultados en algunas dimensiones, hubo deficiencias en áreas importantes y en la coordinación general. Algunas recomendaciones: