Economía de libre mercado
En economía, un mercado libre es un sistema económico en el que los precios de los bienes y servicios vienen determinados por la oferta y la demanda expresadas por vendedores y compradores. Tales mercados, según el modelo, funcionan sin la intervención del gobierno o de cualquier otra autoridad externa. Los defensores del libre mercado como ideal normativo lo contraponen a un mercado regulado, en el que un gobierno interviene en la oferta y la demanda mediante diversos métodos, como impuestos o regulaciones. En una economía de libre mercado idealizada, los precios de los bienes y servicios los fijan exclusivamente las ofertas y demandas de los participantes.
Los estudiosos contrastan el concepto de mercado libre con el de mercado coordinado en campos de estudio como la economía política, la nueva economía institucional, la sociología económica y la ciencia política. Todos estos campos hacen hincapié en la importancia que tienen en los sistemas de mercado existentes en la actualidad las instituciones normativas externas a las simples fuerzas de la oferta y la demanda, que crean un espacio para que dichas fuerzas operen con el fin de controlar la producción y la distribución. Aunque el libre mercado se asocia comúnmente con el capitalismo en el uso contemporáneo y la cultura popular, el libre mercado también ha sido componente de algunas formas de socialismo de mercado[1].
¿Cuál es la diferencia entre un mercado libre y un mercado regulado?
Tales mercados, según el modelo, funcionan sin la intervención del gobierno ni de ninguna otra autoridad externa. Los defensores del libre mercado como ideal normativo lo contraponen a un mercado regulado, en el que un gobierno interviene en la oferta y la demanda mediante diversos métodos, como impuestos o reglamentos.
¿Cuáles son ejemplos de mercados regulados?
Algunos ejemplos son limitar la capacidad de las empresas mineras para contaminar las vías fluviales, prohibir a los caseros discriminar por motivos de raza o religión y conceder a los usuarios de tarjetas de crédito el derecho a impugnar los cargos. Sin embargo, las normativas no siempre son puramente beneficiosas, ni sus fundamentos son siempre puramente altruistas.
Modelo normativo
Mucha gente no sabe la respuesta a esto: “¿pagas tu electricidad en el mercado libre o en el regulado?”. Hay dos formas de pagar la factura de la luz. Es importante conocer la diferencia entre ambas: lo que cambia es el precio que vas a pagar por la energía.
Pulsas el interruptor y se enciende la luz. “Como por arte de magia”, pero todo depende de las centrales eléctricas que generan la energía y de las compañías eléctricas que la venden y envían las facturas al consumidor final.
La mitad de los hogares españoles (13 millones) están en el mercado libre y la otra mitad en el mercado regulado. Pero el mercado libre está en alza, de hecho en los últimos meses ha superado al regulado.
Por supuesto. Liberalización significa precisamente eso: poder elegir. Quien quiera cambiar la tarifa PVPC, puede recurrir al mercado libre. Los consumidores que están en el mercado libre pueden cambiar al mercado regulado, siempre que su potencia contratada no supere los 10 kW.
Mercado libre
Un mercado regulado es un mercado sobre el que los organismos gubernamentales o, con menor frecuencia, grupos industriales o sindicales, ejercen cierto nivel de supervisión y control. La regulación del mercado suele estar controlada por el gobierno y consiste en determinar quién puede entrar en el mercado y los precios que puede cobrar. La función principal del organismo gubernamental en una economía de mercado es regular y supervisar el sistema financiero y económico.
La regulación restringe la libertad de los participantes en el mercado o les concede privilegios especiales. Las regulaciones incluyen normas sobre cómo pueden comercializarse los bienes y servicios; qué derechos tienen los consumidores a exigir reembolsos o sustituciones; normas de seguridad para productos, lugares de trabajo, alimentos y medicamentos; mitigación del impacto medioambiental y social; y el nivel de control que un determinado participante puede asumir sobre un mercado.
Las civilizaciones antiguas impusieron regulaciones rudimentarias en los mercados mediante la estandarización de pesos y medidas y el establecimiento de castigos para el robo y el fraude. Desde entonces, la mayoría de las regulaciones han sido impuestas por los gobiernos, con excepciones: los gremios medievales eran organismos comerciales que controlaban estrictamente el acceso a determinadas profesiones y definían los requisitos y normas para ejercerlas. A partir del siglo XX, los grupos sindicales han desempeñado a menudo un papel más o menos oficial en la regulación de determinados mercados.
Como saber si estoy en el mercado libre o regulado del momento
Algunas de las ventajas de la economía de libre mercado son la innovación, el bajo coste de los productos, la facilidad para crear una empresa y la competencia abierta. Esta floreciente innovación da lugar a rápidos avances en muchos campos, lo que beneficia tanto al innovador como a quienes utilizan esos avances posteriormente.Otra ventaja es el bajo coste de los bienes. Dado que una economía de libre mercado permite a compradores y vendedores negociar libremente los precios, la mayoría de los productos se ven empujados de forma natural a un precio más bajo debido a la competencia en ausencia de regulaciones gubernamentales que inflen artificialmente los precios. Esta competencia es posible gracias a la facilidad para crear una empresa.
Una última ventaja es la ausencia de monopolios estatales. Muchas economías del mundo real tienen industrias específicas en las que el gobierno respalda (o posee) un monopolio. A menudo se trata de industrias de tipo infraestructural, como las comunicaciones o la atención médica, en las que al gobierno le preocupa la inestabilidad en caso de que una empresa fracase. En un mercado libre, estos monopolios son raros, lo que abre la competencia: